La Formación, la Investigación y la Innovación serán los ejes de referencia de las personas (jurídicas y físicas) como mecanismo de adaptación a una Sociedad en cambio exponencial. Esta situación demandará:
La formación será continua, en cualquier momento, en cualquier lugar y a cualquier edad. Los ciclos de acción-formación-acción se sucederán a lo largo de la vida de las personas para dotarlas de las competencias necesarias en las sociedades emergentes.
Las modalidades de formación presencial, virtual y a distancia se combinarán de múltiples formas en función de las necesidades, demandas y expectativas de las personas físicas y jurídicas.
El reto decisivo en el tiempo venidero será ayudar a mejorar las habilidades de las personas para anticiparse a un entorno social, laboral y personal en constante cambio y fortalecer 3Rs: Razonamiento (pensamiento analítico-crítico y capacidades de resolución de problemas), Resiliencia(competencias para la vida caso de la adaptabilidad y la autonomía) y Responsabilidad (sabiduría o inteligencia aplicada, creatividad y el conocimiento orientado al bien común). Los pilares de la educación destacados por Delors (1996) Aprender a Conocer, Aprender a hacer y Aprender a Ser deben complementarse con Aprender a Cambiar y Aprender a Aceptar el Cambio fortalece la Formación a lo largo de toda la vida y revitaliza la Investigación y la Innovación Educativa (Álvarez-Arregui, 2017).
La focalización de la atención en las capacidades de pensamiento de orden superior, en los resultados de aprendizaje profundos o en las capacidades complejas de pensamiento y comunicación, entre otras, conlleva una “revolución” de las competencias. Para aquellas personas que no participen plena, satisfactoria o voluntariamente en el proceso se establecerán sistemas de inclusión, recualificación y atracción.
Los países deben contribuir a generar una reserva mundial de conocimientos especializados para mejorar el aprendizaje en el siglo XXI forjando alianzas orientadas a superar las situaciones problemáticas situacionalmente por lo que también tendrá que tener en cuenta a la ciudadanía estableciendo alianzas y coaliciones regionales que tengan en cuanto los contextos y necesidades locales, institucionales y comunitarias.